Dicen que en tiempos de crisis el largo de la falda cae hacia abajo algunos centímetros, pero esta ocasión bien merece que hagamos una excepción. Este año se celebra el cincuenta aniversario de la minifalda y en el blog queremos hacerle un homenaje en forma de recuerdo.
La minifalda nació allá por los años 60 de la mano de la diseñadora Mary Quant, a la que le llovieron las críticas por subir el largo de la falda por encima de la rodilla. Pero esta prenda ya estaba instalada y sin proponérselo se iba a convertir en un símbolo de la década en la que hizo su aparición. Los sesenta fueron una época de cambio, el mundo empezaba a descubrir nuevas vías de desarrollo. La mujer se hacía dueña de su identidad aceptándose tal y como era sin verse inferior al hombre, la minifalda se convirtió en un símbolo de liberación femenina. Las mujeres gritaban al mundo subiendo el dobladillo de su falda que eran lo que querían ser.
Mary Quant encontró la inspiración para su creación más célebre en su compañera de clase de baile que solía acudir con falda de tablas, medias negras y calcetines blancos encima. Una vez materializada la creación pudimos ver a la modelo Twiggy vistiéndola como imagen de los almacenes Mark&Spencer.
La aceptación de la mini fue paulatina y como buena revolucionaria desató algunos accidentes como los destrozos que su creadora, Mary Quant, tuvo que soportar en su boutique Bazaar, por parte los hombres que no aprobaban esta prenda. En España fuimos testigos de su nacimiento a través de la televisión y unos años después (para disgusto de algunos padres) aterrizó venida directamente desde la capital británica. Pocas eran las que se atrevían con ella pero a estas mujeres debemos agradecerle la normalidad con la que hoy se viste en nuestro país esta prenda.
Las minifaldas en nuestro tiempo son las reinas del armario, nos encantan y más en verano, cuando esta prenda luce en todo su esplendor. Las podemos encontrar de muy diversos estilos y si el verano pasado su largo se extendió hasta por encima de las rodillas, este año se vuelve a acortar y sólo tu decides dónde está el límite.
Eso sí, como todo, tiene su código y si no se respeta se pueden cometer verdaderas aberraciones, y como unos consejillos nunca están de más aquí estamos nosotros para dártelos. Si eliges una de esas faldas que tanto hemos visto por las tiendas últimamente, esas que son de tubo, elásticas y que las hay en todos los colores, asegúrate de coger por lo menos una talla más que la que usas habitualmente, sino te marcará todo ( a no ser que seas Giselle Bündchen, en ese caso no tienes nada que esconder) y otro consejo, combínala con una prenda ancha en la parte superior, como bien hace Belén de B a la moda.
Mucho más favorecedoras son las minis con cintura elástica y vuelo, quedan bien a todo tipo de cuerpo y son combinables con cualquier prenda….¡ah! y cuidado que con los estampados que son muy traicioneros.